domingo, 10 de junio de 2012

Importancia de la lectura y escritura


El aprendizaje de la lectura y escritura ocupa un lugar predominante dentro de las materias escolares por ser la base del resto de las enseñanzas. En efecto, constituye el eje de las materias escolares.

Desde los primeros cursos de Educación General Básica, en todas las áreas –lingüística, matemática, de experiencia, e incluso en las de expresión plástica – se pide al niño una comprensión lectora para interpretar los textos y las fichas y una expresión gráfica para la realización de las mismas.

Por tanto, la enseñanza de la lectura y escritura merece una atención especial dentro de la actividad escolar, ya que de su buena o mala asimilación va a depender en gran medida el éxito o el fracaso en los estudios.
El objetivo de su enseñanza es dotar al sujeto de una serie de adquisiciones y esquemas que le hagan capaz de comprender e interpretar un texto ( lectura), así como de expresarse por escrito ( escritura). Este objetivo tiene una proyección múltiple que abarca, fundamentalmente, los siguientes aspectos :

SOCIAL
En la actualidad, la existencia  impone unas necesidades para llevar a cabo una vida de relación completa, de modo que el analfabeto es, en cierto modo, un marginado social. No llega a alcanzar nunca una completa autonomía personal, pues depende de los demás, por ejemplo, para viajar en el metro o autobús, tomar un recado telefónico, tramitar su propia documentación, escribir cartas etc. Incluso desde el punto de vista de promoción social, unos padres analfabetos o con conocimientos demasiados elementales, se encuentran incapacitados para ayudar a sus hijos en su instrucción. Está comprobada de forma experimental la influencia, positiva o negativa, del ambiente socio-cultural de la familia en que el niño se desenvuelve.
No hay que olvidar que el nivel del desarrollo socio-cultural de un país se mide por el número de analfabetos.

CULTURAL
No queremos hacer referencia solamente a la cultura que se adquiere en un centro escolar, sino a la que se busca como complemento en obras de divulgación, literarias, científicas, etc., que contribuyen a enriquecer y ampliar los conocimientos adquiridos anteriormente.

INFORMATIVO
Para tener un conocimiento actual y amplio de los acontecimientos de toda índole –políticos, económicos, sociales-, tanto locales como nacionales e internacionales, el hombre tiene a su alcance una serie de medios de información impresos, cuya lectura le mantiene al día.


EMPLEO DEL TIEMPO LIBRE
No se lee solo con la finalidad de ampliar conocimientos, sino también, simplemente por el placer de leer y ocupar el ocio distrayéndose del trabajo cotidiano. El hombre busca en ña lectura una forma de evasión : cuentos y novelas le sirven como mecanismo liberador de tensiones y problemas. Merece destacar la importancia actual de los <<comics>>.
Se podría señalar, quizás, algunos otros aspectos que den una idea más completa de la importancia que tiene, desde todos los puntos de vista, el saber leer y escribir. Pero creemos que, dentro de los cuatro señalados, con más o menos amplitud, se pueden encajar los demás. En última instancia, todos ellos están englobados en un objetivo primordial, de carácter formativo, ya que leer y escribir supone un enriquecimiento de la persona.

Dificultad del aprendizaje de la escritura y lectura. Trastorno de nivel mental




Para la adquisición de la lectura y escritura se precisaban unos niveles determinados (en torno a los 5 ó 6 años), el niño que tenga una edad mental inferior, no poseerá la maduración necesaria y, por tanto, será incapaz de realizar algo que está por encima de sus posibilidades. En este caso nos estamos moviendo en el campo de la deficiencia mental más o menos acusada, y ésta es la causa real de las dificultades de aprendizaje que no solo se refieren a la lectura y escritura, sino también a todo el rendimiento escolar. De todos modos, en los niños con inteligencia límite o con retrasos leves es frecuente encontrar rasgos que se asemejan a los que presentan los disléxicos –alteraciones perceptivo-motrices y de lenguaje-, cuyo origen estaría en su maduración lenta, por lo que no se trata de una dislexia especifica.



En este sentido queremos destacar la importancia de un diagnóstico psicológico que deslinde los orígenes de estas dificultades, confirmando si se trata de unos problemas de nivel mental o de otros trastornos.

Pedagógicamente hay que tener en cuenta los niveles del niño, adaptándose a ellos para obtener así unos resultados más positivos y con menor esfuerzo.

Si se trata niños con un retraso leve pueden llegar a aprender a leer y a escribir, aunque siguiendo un proceso más lento, e incluso adquirir una lectura comprensiva. En casos de mayor retraso pueden conseguir leer y escribir, pero de modo puramente mecánico. El niño leerá sin comprender y escribirá como si se tratara de meros dibujos o grafismos sin significado. Este tipo de aprendizaje tiene poco interés, porque carece de proyección práctica. Por el contrario, al intentar unas adquisiciones que no tienen visibilidad se desperdicia un tiempo que hubiera podido emplearse en otros aprendizajes más funcionales. Por último, los niños con retraso profundo serán incapaces de estas enseñanzas.

Caso práctico

-Una niña de 7 años y un mes no aprende a leer. Los padres han observado una evolución lenta en su desarrollo, con aparición algo tardía de la marcha del lenguaje. Comenzó pronto su escolaridad en un parvulario, donde se integró con relativa facilidad, aunque tenía un lenguaje dislálico y un tiempo de reacción lento. En el transcurso de 1º de E.G.B. supera las dislalias y comienza el aprendizaje de las materias de base, pero al terminar el curso su rendimiento ha sido escaso y está solo en fase de iniciación. Ante la dificultad que presenta dichos aprendizajes, la profesora piensa en la posibilidad de una dislexia.

Una vez realizada la exploración, se obtiene los siguientes resultados :

-Inteligencia general verbal, E.M. :5 años 6 meses, con un C.I.:78, gráfica, E.M.: 5años 9 meses, con un C.I.: 81, reactiva, percentil 5.

En el aspecto perceptivo-motriz, se aprecia una inmadurez general, alcanzando un nivel en torno a los 6 años. Su personalidad manifiesta rasgos de inseguridad, necesidad de apoyo y apatía. Es de destacar que tiene tres hermanos mayores, del menor de los cuales le separa una diferencia de 7 años.

A la vista de estos resultados, se observa que toda la problemática de rendimiento está cimentada en un retraso intelectual leve, que viene incidiendo en todo su desarrollo, y se ha puesto de manifiesto de forma patente al comenzar la escolaridad básica y exigírsele un ritmo de aprendizaje de acuerdo con su edad y no con su nivel.


Dificultades en el aprendizaje de la lectura y escritura. Trastornos del lenguaje




El trastorno específico del aprendizaje de la lectura es la dislexia y de la escritura la disgrafía y disortografía. De ellos se tratará ampliamente más adelante.

Sin embargo, después de examinados los factores que intervienen en el proceso de aprendizaje de la lectura y escritura, se pude apreciar que si se produce una alteración en alguno de ellos, repercutirá negativamente en el aprendizaje. La dificultad consiguiente se manifestará de forma distinta según el factor alterado. A continuación, vamos a examinar, brevemente, las principales dificultades debidas a trastornos en los distintos factores :


TRASTORNOS DEL LENGUAJE



Dentro de ellos vamos a referirnos a aquellos que inciden directamente en las materias instrumentales que nos ocupan, omitiendo otros más graves, como las afasias, que constituyen una problemática más bien clínica que pedagógica; tampoco nos vamos a ocupar ahora de las dificultades de lenguaje del niño sordo.

En primer lugar, podemos citar un retraso evolutivo del lenguaje. Así. Un niño que al iniciar su escolaridad no haya alcanzado el nivel normal de vocabulario, de elaboración y estructuración de frases, y que tenga una deficiente comunicación oral, encontrará dificultades en aprender las materias que dependan de ello, precisamente pos su inmadurez en esta esfera.

Otro trastorno del lenguaje lo constituyen las dislalias, que se pueden considerar como anomalías de la pronunciación, un trastorno ya explicado en entradas anteriores.

Es natural que los niños que pronuncian mal un fonema encuentren dificultades para su transcripción. A nuestra consulta psicológica han acudido niños que presentan un lenguaje dislálico y dificultades para aprender a leer y escribir. Incluso algunos poruqe, según manifestaciones del profesor,<< habla mal y escribe igual que habla >>



Caso práctico :

-Niño de 7 años, que acude a la consulta porque tienen un nivel de lectura y escritura inferior al que le corresponde. En la exploración psicológica pone de manifiesto un nivel mental normal con un factor verbal bajo y dislalia de rr. En las pruebas de lectura y escritura se observa la influencia de la dislalia; y así, no sólo omite la rr al leer, lo que es natural ya que no la pronuncia, sino que al escribir le ocurre lo mismo, como se ve en la siguiente frase :




<<El carro es grande>>

En cuanto a los niños disártricos, pueden presentar dificultades en la lectura y escritura, si su alteración del lenguaje va acompañada de otros síntomas, tales como zurdera contrariada desorientación espacio-temporal, etc. ; casos que se incluirían en el campo de la dislexia.
Del mismo modo, se incluye dentro de las dislexias el trastorno de lenguaje que consiste en invertir letras o sílabas dentro de una palabra ; así, el niño que dice<< porblema >> por problema,<< escarela>> por escalera, que las inversiones constituyen uno de los síntomas más característicos dentro de la totalidad de los que integran la dislexia.

¿ Puede prevenirse la parálisis cerebral?


La parálisis cerebral relacionada con anormalidades genéticas no puede evitarse, pero algunos de los factores de riesgo de la parálisis cerebral congénita pueden controlarse o evitarse. Por ejemplo, la rubéola puede evitarse si las mujeres se vacunan contra la enfermedad antes de embarazarse. Las incompatibilidades Rh también pueden controlarse precozmente en el embarazo. Pero todavía existen factores de riesgo que no pueden controlarse o evitarse a pesar de la intervención médica.

Por ejemplo, el uso de máquinas electrónicas de monitoreo fetal para registrar los latidos cardíacos de un bebé no nacido durante el trabajo de parto, y el uso de la cesárea de emergencia cuando hay signos significativos de sufrimiento fetal, no han disminuido el número de bebés nacidos con parálisis cerebral. Las intervenciones para tratar otras causas prenatales de parálisis cerebral, tales como terapias para prevenir el accidente cerebrovascular prenatal o los antibióticos para curar las infecciones intrauterinas, son difíciles de administrar o aún no se ha probado que disminuyan el riesgo de parálisis cerebral en los bebés vulnerables.

Afortunadamente, la parálisis cerebral adquirida, a menudo debida a una lesión craniana, puede prevenirse usando tácticas comunes de seguridad, como el uso de asientos de automóviles para bebés y niños pequeños, y asegurándose que los niños pequeños usen cascos cuando anden en bicicleta. Además, las medidas de sentido común en la casa, como supervisar de cerca a los bebés y los niños pequeños cuando se bañan, puede reducir el riesgo de lesión accidental.

A pesar de los máximos esfuerzos de los padres y médicos, los niños aún nacerán con parálisis cerebral. Debido a que en muchos casos la causa o causas de la parálisis cerebral no se conocen completamente, actualmente puede hacerse poco para prevenirla. A medida que los investigadores aprendan más sobre las causas de la parálisis cerebral por medio de la investigación básica y clínica, los médicos y padres sabrán más sobre cómo prevenir este trastorno.

Parálisis cerebral. Diagnóstico.

La identificación temprana de los bebés con Parálisis Cerebral, les da la oportunidad de desarrollar al máximo sus capacidades. Gracias a la investigación biomédica existen técnicas diagnósticas mejores, más precisas.
Normalmente, las primeras señales de la Parálisis Cerebral aparecen antes de los 3 años de edad, y a menudo los padres son las primeras personas que sospechan que su niño no está desarrollando las destrezas motores normalmente. Con frecuencia, los niños con Parálisis Cerebral alcanzan con mayor lentitud las etapas del desarrollo como el aprender a rodar, sentarse, gatear, sonreír o caminar.  Los padres que por alguna razón estén preocupados por el desarrollo de su hijo deben ponerse en contacto con su médico, que podrá ayudarles a distinguir las variaciones normales en el desarrollo de un trastorno del desarrollo.
El médico debe realizar un examen de la capacidad motora y los reflejos del paciente.
Para poder realizar un diagnóstico correcto es necesario realizar:

Examen físico

Gracias a él, el médico obtiene los datos sobre los antecedentes prenatales y nacimiento del bebé. Normalmente, el diagnóstico no puede realizarse hasta que el niño tiene entre 6 y 12 meses, en el que el niño debería haber alcanzado ciertas etapas de desarrollo, como iniciar el andar, controlar las manos y la cabeza.
El médico debe verificar los síntomas descritos (desarrollo lento, tono muscular anormal y postura irregular), poner a prueba los reflejos del niño y observar la tendencia inicial en cuanto a la preferencia de mano.

Exámenes diagnósticos

Examen neurológico: evaluación de los reflejos y las funciones cerebrales y motoras.
Los reflejos son movimientos que el cuerpo hace de manera automática en respuesta a un estímulo específico. Por ejemplo, si se pone al recién nacido de espaldas y con las piernas sobre la cabeza, el bebé extenderá automáticamente sus brazos y hará un gesto que se llama el reflejo Moro (parecido a un abrazo). Normalmente, los bebés pierden este reflejo después de los 6 meses, pero aquellos con Parálisis Cerebral lo mantienen por períodos anormalmente largos. Este es sólo uno de los distintos reflejos que el médico puede verificar.

Otras pruebas:

·         Resonancia magnética (RM). Está alcanzando, rápidamente, un uso generalizado en la identificación de trastornos cerebrales. Esta técnica utiliza un campo magnético y ondas de radio en lugar de rayos X. La RM da mejores imágenes de estructuras o áreas anormales localizadas cerca de los huesos que el TAC.
·         Tomografía computerizada (TAC): utiliza una combinación de radiografías y tecnología computerizada para obtener imágenes de cortes transversales del cuerpo, tanto horizontales como verticales. Se obtienen imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo, huesos, músculos, tejido adiposo y de los órganos.
·         Ultrasonido. Esta técnica envía ondas de sonido al cerebro y utiliza el patrón de ecos para formar una imagen, o sonograma, de sus estructuras. El ultrasonido se puede utilizar en los niños antes de que los huesos del cráneo se endurezcan y se cierren. A pesar de que es menos precisa que el TAC y la RM, esta técnica puede detectar quistes y estructuras en el cerebro, es más barata y no requiere de períodos largos de inmovilidad.
·         Radiografía.
·         Estudios sobre la alimentación del bebé.
·         Electroencefalograma: se registra la actividad eléctrica cerebral mediante unos electrodos que se adhieren al cuero cabelludo.
·         Análisis de sangre.
·         Evaluación de la marcha.
·         Estudios genéticos.
·         Estudios metabólicos: se utilizan para evaluar la ausencia o falta de una enzima específica necesaria para mantener la función química normal del cuerpo.

Parálisis cerebral. Tipos.

Las vamos a clasificar según cuatro criterios.

Según el tipo  pueden ser :

1. Espástica
En esta forma afecta de 70 a 80% de los pacientes, los músculos están rígidos y contraídos permanentemente. Los nombres asignados para estas clases de enfermedad combinan una descripción de las extremidades afectadas con el término paresia para significar paralizado ó débil.
Cuando ambas piernas se afectan de espasticidad, estas pueden encorvarse y cruzarse a las rodillas. Esta postura en las piernas con apariencia de tijeras puede interferir con el caminar. Su principal característica es el aumento del tono muscular, que puede ser espasticidad ó rigidez. Se reconoce como una resistencia continua ó plástica a un estiramiento pasivo en toda la extensión del movimiento.
2. Atetósica
Se caracteriza por alteraciones del tono muscular con fluctuaciones y cambios bruscos del mismo, aparición de movimientos involuntarios y persistencia muy manifiesta de reflejos arcaicos. Estos movimientos anormales afectan las manos, los pies, los brazos ó las piernas y, en algunos casos, los músculos de la cara y la lengua, causando el hacer muecas ó babeo.
Los movimientos aumentan durante periodos de estrés emocional y desaparecen mientras se duerme. Los niños afectados con este tipo de PARÁLISIS CEREBRAL pueden tener problemas en la coordinación de los movimientos musculares necesarios para el habla, una condición conocida como disartria. Afecta aproximadamente de 10 a 20% de los pacientes.
3. Atáxica
Esta forma rara afecta el equilibrio y la coordinación. Las personas afectadas caminan inestablemente con un modo de caminar muy amplio, poniendo los pies muy separados uno del otro y experimentan dificultades cuando intentan movimientos rápidos y precisos como el escribir ó abotonar una camisa.
En ésta se pueden presentar temblores al intentar tomar o manipular un objeto. En esta forma de temblor, el empezar un movimiento voluntario, como agarrar un libro, causa un temblor que afecta la parte del cuerpo usada. El temblor empeora según el individuo se acerca al objeto deseado.
Se estima que esta forma de parálisis afecta de 5 a 10 % de los pacientes
4. Mixta
Es muy común que los niños afectados tengan síntomas de más de una de las formas mencionadas. La combinación más común incluye
espasticidad y movimientos atetoides, pero otras combinaciones son posibles.



Según el tono pueden ser :
1. Isotónico: tono normal
2.  Hipertónico: aumento de tono
3. Hipotónico: tono disminuido
4.  Variable.


Según la parte del cuerpo afectada:

1. Hemiplejía o Hemiparesia: se encuentra afectada uno de los dos lados del cuerpo.
2.  Diplejía o diparesia: la mitad inferior está más afectada que la superior.
3.  Cuadriplejía o cuadriparesia: los cuatro miembros están paralizados.
4. Paraplejía o Paraparesia: afectación de los miembros inferiores.
5. Monoplejía o monoparesia: se encuentra afectado un sólo miembro.
6. Triplejía o triparesia: se encuentran afectados tres miembros.


Según el grado de afectación:

1.     Grave: no hay prácticamente autonomía.
2.     Moderada: tiene autonomía o necesita alguna ayuda asistente.
3.     Leve: tiene total autonomía.

Es muy difícil que un paralítico cerebral pueda encuadrarse de forma clara en un tipo clasificatorio.

Parálisis Cerebral. Introducción.

La parálisis cerebral es un padecimiento caracterizado por la dificultad para poder controlar completamente las funciones del sistema motor. Esto puede incluir espasmos o rigidez en los músculos, movimientos involuntarios y/o trastornos en la postura o movilidad del cuerpo.
La parálisis cerebral no es una enfermedad, no es contagiosa y no es progresiva. Es una situación causada por una lesión del cerebro y no de los músculos. Esta lesión puede producirse antes, durante o después del nacimiento. Aproximadamente 2 de cada mil personas nacen con parálisis cerebral más o menos acentuada; en el caso de bebés prematuros o de bajo peso, esta cifra aumenta a 10 de cada 1000 nacimientos.
Esta enfermedad no tiene cura conocida; la intervención médica aparece como una ayuda. Estos tratamientos para el desarrollo personal del paciente se introducen en su vida diaria.
La parálisis cerebral es un término que agrupa un grupo de diferentes condiciones. Hay que tener en cuenta que no hay dos personas con parálisis cerebral con las mismas características o el mismo diagnóstico. Está dividida en cuatro tipos, que describen los problemas de movilidad que presentan.