jueves, 10 de mayo de 2012

Disfasia

En esta entrada haremos referencia a la “disfasia”. En primer lugar comenzaremos definiendo este trastorno, más tarde pasaremos a la sintomatología, es decir, como detectar el problema, luego los tipos y por último el tratamiento más adecuado a seguir. En la práctica diaria en las aulas, nos surgen dudas cuando nos encontramos ante niños que no desarrollan adecuadamente su lenguaje, que lo hacen más lentamente que otros, que no hablan o apenas lo hacen. Nos preguntamos acerca de cuándo es necesaria una observación e intervención  especializada de un especialista logopeda o profesor de audición y lenguaje. El desconocimiento sobre la posible gravedad del problema nos genera normalmente intranquilidad. La característica fundamental de este trastorno es que no puede explicarse por déficits intelectuales, sensoriales o conductuales.


Como señala Crystal, el término “disfasia infantil se aplica por regla general a “los niños que, por alguna razón, han fracasado totalmente en el desarrollo del lenguaje, que lo han hecho sólo parcialmente o que se han desviado del curso normal (de tal desarrollo)”. Más concretamente suele afirmarse que se trata de casos en los que la alteración en el desarrollo lingüístico no puede atribuirse a causas obvias como la sordera, el retraso mental, alguna dificultad motora grave o desórdenes emocionales o de personalidad.
Desde un punto de vista educativo, clínico y científico, resultan poco útiles, y son preferibles los intentos de definir la disfasia infantil en base a un conjunto de manifestaciones o alteraciones, lingüísticas y/o no lingüísticas, que pueden ser observadas y descritas objetivamente. Sin embargo, no todos los autores están totalmente de acuerdo con esto. Crystal por ejemplo opta por una definición muy restrictiva de la disfasia. En su libro de 1983 identifica únicamente como disfásicos aquellos casos en los que la alteración o retraso del lenguaje afecta el ámbito de la gramática y la semántica, pudiéndose manifestar también en el lenguaje escrito de los sujetos, pero en los que no se observarían alteraciones en otros procesos psicológicos.
Describiremos en primer lugar las principales manifestaciones lingüísticas y en segundo lugar algunas manifestaciones no lingüísticas.
Puede aparecer en otras patologías la deficiencia mental, sordera, autismo o psicosis que puede ir acompañado de otras alteraciones lingüísticas, como alteraciones de la comunicación, falta de desarrollo del juego, problemas de memoria, atención, hiperactividad, etc.


Existen dos tipos de manifestaciones:
- Manifestaciones lingüísticas.
- Manifestaciones no lingüísticas.


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